Si bien el precio del metro cuadrado no ha caído, las inmobiliarias están ofreciendo diversas facilidades para recuperarse del bajo nivel de ventas durante el estado de emergencia. ¿Es momento de comprar un departamento?
La pandemia del COVID-19 y las medidas para contrarrestarla han afectado a muchos sectores. En el caso del mercado inmobiliario, el golpe ha sido particular: las ventas cayeron drásticamente, pero el precio del metro cuadrado se mantuvo estable.
Según la Asociación de Empresas Inmobiliarias del Perú (ASEI), durante el primer semestre, el valor promedio del m2 en la capital pasó de S/ 5,774 en enero a S/ 5,745 en junio.
Por su parte, las ventas cayeron de 1,130 unidades en febrero a 451 en marzo y 167 en abril (el punto más bajo del año). En mayo (469) y junio (866) se observaba una recuperación, de acuerdo a datos del gremio inmobiliario.
En detalle, y casi a dos meses de terminada la cuarentena, el gran perdedor del terreno inmobiliario es el segmento C, mientras Lima Moderna y Top vieron sus ventas elevarse, según Antonio Espinosa, gerente general de Inmobiliaria Desarrolladora.
El ejecutivo indicó que uno de los factores del resentimiento de las ventas en este sector es la falta de acceso a la caseta de ventas de los inmuebles, donde usualmente se ubica la maqueta del departamento. Para los segmentos A y B, el marketing digital hizo lo suyo.
¿Bajo este panorama, conviene comprar una propiedad en tiempos de COVID-19? Tal vez el precio no haya bajado en algunos sectores, pero las opciones de financiamiento lucen más atractivas.
“Como temían que las ventas cayeran, las inmobiliarias han flexibilizado y reducido el cobro de la cuota inicial a una cantidad menor para alentar a la persona a que compre”, indicó Espinosa, en diálogo con este Diario.
Explicó que su empresa antes cobraba el 30% del valor del inmueble como cuota inicial. Hoy el requisito es de 5%. Y este fenómeno se repite en el resto de compañías del mercado de bienes raíces local.
Además de la menor cuota inicial, las inmobiliarias también ofrecen facilidades como el pago del saldo de la propiedad al momento de la entrega de las llaves, o incluso menores precios, dependiendo de la ubicación del departamento.
El ejecutivo apuntó que en distritos como Breña, Rímac, Lince o Cercado de Lima, se puede observar una caída en los precios de las viviendas de entre el 10% y 15%. “El segmento C se ha visto afectado, y van a tener que bajar el precio y las condiciones de forma de pago para alentar la venta”, añadió.
Lógicamente, esto significa que no es el mejor momento para vender su propiedad, pues va a tener que ofrecerla a un precio menor en hasta 15%.
Si bien los precios de los alquileres de casas o departamentos no ha presentado una mayor variación, el rubro de segunda vivienda (casas de playa, campo, etc.), ha encontrado un nuevo impulso a raíz de la pandemia, pues estos inmuebles están alejados de las grandes urbes y configuran una opción viable de relajación para la gente que está dispuesta a pagar por ellos.
“Los alquileres de segunda vivienda han subido a niveles exorbitantes. Si quiero alquilar una casa de playa en Asia o casa de campo en Cañete o Chaclacayo, el precio de alquiler ha subido entre 25% y 30%”, subrayó.
Distinto es el caso de las oficinas. La expansión del teletrabajo ha hecho a las empresas caer en cuenta que no necesitan espacios tan amplios para operar, y tampoco necesitan a todos sus empleados en base.
“Las ‘oficinas prime’, que son los edificios de plantas grandes, se van a ver muy afectadas porque las empresas hoy día necesitan mucho menos espacio que el que pensaban que necesitaban antes”, observó Espinosa.
“No haría oficinas en Santa Catalina o Lince. En estos momentos no son zonas para promover hubs inmobiliarios. Además, los proyectos que están en marcha van a sufrir con las colocaciones. El precio deberá bajar un 10% en el caso de las oficinas, durante el tiempo que dure la pandemia”, puntualizó.